viernes, 5 de diciembre de 2008

TP. COMUNICACIÓN II - MARTINI - 2do.Cuatr.2007



INTRODUCCIÓN


El objetivo de este trabajo es relevar y analizar los sentidos construidos sobre la dicotomía seguridad-inseguridad en el marco de un contexto pos electoral, en el cual esta problemática se volvió la protagonista de las campañas políticas y las agendas mediáticas.
Se eligió como objeto de investigación el barrio porteño de Coghlan del CGP 12. Las arterias involucradas son: Nahuel Huapi desde Donado hasta Pérez Roque, Monroe hasta Crámer. Estomba desde Manuel Ugarte hasta José P. Tamborini. Esta zona corresponde a la Comisaría: 37-42 / CGPC: 12-13.
Para el presente análisis fue necesario realizar un recorte del objeto y para el análisis se tomó el discurso de comerciantes del barrio de Coghlan. Específicamente, nuestro radio de interés estuvo compuesto por la manzana conformada por las calles Naón / Av.Congreso / Washington / Ugarte, las cuales forman parte de los llamados “Senderos seguros”, establecidos por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a través del Programa de prevención del delito (PPD).

El PPD tiene como fin disminuir el índice de delitos y lograr mayor seguridad a través de políticas orientadas a la prevención entre los propios vecinos de cada barrio. Para ello promueve su organización en asambleas barriales, redes vecinales y los ya nombrados, senderos seguros.
Los senderos seguros constituyen un espacio protegido por vigilancia policial para que puedan circular por ellos niños y docentes a la entrada y salida de escuelas ubicadas en zonas consideradas como inseguras. Los comerciantes del barrio, ubicados dentro de estos senderos, colaboran activamente con el programa y además reciben de forma indirecta protección para sus propios locales. Es por esto, que consideramos pertinente analizar las representaciones de la delincuencia que realizan estos comerciantes a través de sus discursos y así intentar rastrear el sentido que se construye sobre la seguridad y su opuesto, la inseguridad.


METODOLOGÍA y MARCO TEÒRICO

En relación con la metodología, se ha optado por un método cualitativo. La herramienta utilizada fue la entrevista en profundidad, a fin de interpretar discursos sobre la vida cotidiana que se hallan atravesados por tramas de significación.
Para comprender por qué nos basamos en las construcciones simbólicas, y por qué se ha tomado como materia prima los discursos de los comerciantes de Coghlan para llevar a cabo el presente análisis, es preciso señalar que se ha partido de un concepto de cultura esencialmente semiótico. Es decir, un concepto en el cual ésta es entendida como sistemas en interacción de signos interpretables; “la cultura es un contexto dentro del cual pueden describirse todos los fenómenos de manera inteligible, es decir, densa” (Geertz, 1973: 27). El análisis de estos discursos nos permitirá aproximarnos a ella, no pretendiendo la formulación de leyes, sino de interpretaciones (cfr. Geertz, 1973:20). Las mismas no intentan ser de carácter exhaustivo sino, por el contrario, promover nuevas miradas al respecto, en tanto éstas podrían ser analizadas desde marcos teóricos diferentes. (El lugar del investigador podría ser otro).
Asimismo, hemos de tener en cuenta los aportes de Antonio Gramsci, por lo cual, al mismo tiempo, consideraremos la dimensión política de la cultura, en tanto ésta es “[…] un dinámico circuito de intercambio. Y de conflicto […]” (Alabarces, 1994:24).
Por otra parte, se ha intentado hacer un relevo de los gestos, ademanes y movimientos realizados de los entrevistados, dado que la comunicación no sólo se lleva a cabo verbalmente, sino que también incluye formas mediatizadas a través de la tecnología y elementos no verbales (cfr. Ford, 1994:129).
Las relaciones entre los sujetos están atravesadas por la subjetividad, es por ello que construyen representaciones, imágenes de sí mismos y de sus relaciones con los otros para organizar y entender su cotidianeidad y las relaciones y los proyectos que se juegan en ellas. Estas representaciones, se encuentran en la trama misma de la cultura, y es en estas imágenes donde se articula la identidad: “la pertenencia a un nosotros frente a otro, el establecimiento de la diferencia desde el momento en que se descubre que es posible interponer esa frontera. En esta operación señala (el sujeto) su territorio, define sus relaciones con los otros y hace a la operativa contextual: incluye y excluye a través de discursos naturalizados –entendidos como naturales”. (Martini, 2002).
Entre las diferentes disciplinas que toman como objeto fundamental el discurso como una construcción colectiva que funda el mundo social, podemos ubicar a Irving Goffman y su Microsociología. Éste se centra en la estructura de la interacción, en los procesos en los que los individuos reconstruyen una nueva definición de su identidad social. Para ello plantea que el individuo tiene facetas: el actor, que es el soporte material, físico, cognoscitivo; y el personaje, que es la imagen que el individuo tiene de sí mismo. Es en esta última faceta en la que tiende a concentrarse el individuo en el momento de la interacción con los otros.
El contexto aparece como las circunstancias inmediatas a la interacción comunicativa y es el que va a determinar relativamente la fachada que el individuo escoge, la imagen social que quiere proyectar para poder quedar bien ante una determinada situación. Los comerciantes se construyen de un determinado modo, según cada caso, durante la situación de entrevista. La narración es un modo de construcción de sentido y hay en los actores una reflexión sobre las situaciones de encuentro, conflicto, negociación entre los grupos sociales. En la comunicación directa con los informantes se ponen de manifiesto las estructuras de significación, (es decir que se ponen en juego los significados de las palabras y los gestos, cuya lectura es indiciaria). A continuación se desarrollará estas consideraciones en función de la experiencia vivida.


CONTEXTO

Crisis 2001, la inseguridad como tema que marca las agendas de los medios y de los políticos, con fines electorales.
Según la Primera Encuesta de Victimización de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires realizada en agosto de 2007 por Universidad de San Andrés y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aire, el índice general de victimización de la Comuna 12 es de 24,2%, es decir que en promedio en 1 de cada 4 hogares hubo una víctima de delito en los últimos doce meses.

El mapa evidencia una concentración de este tipo de delito, donde se destacan la zona oeste de Villa Urquiza, así como el este y sur del Parque Saavedra, en los barrios de Saavedra y Coghland. Respecto al grado de acuerdo con incrementar la presencia policial en relación a la variable de robo a casa-habitación, pareciera existir algún nivel de coincidencia entre altos niveles de acuerdo con la medida de incrementar la presencia policial y las zonas de mayor incidencia delictiva de este tipo.
La percepción de la probabilidad y del temor a ser víctima de un delito presentan valores altos, principalmente en los delitos de arrebato y ataque de extraños. Los delitos de ataque sexual y de maltrato policial son igualmente altos. En el caso de éstos últimos así como de ataque de extraños e ingreso a la casa se observa una mayor percepción de temor que una percepción de probabilidad de efectivamente ser víctima de alguno de estos delitos. Las diferencias entre varones y mujeres se acentúan en el caso del arrebato en la calle, siendo mayor para estas últimas. En cuanto a las diferencias entre los niveles socioeconómicos se observan brechas en los valores en el caso del temor de ingreso a la casa (mayor temor cuanto mayor el nivel socioeconómico), mas no así respecto a la probabilidad de ocurrencia de este delito, así como en la probabilidad de maltrato policial (mayor probabilidad cuanto menor el nivel socioeconómico), mas no así respecto al temor.
El siguiente mapa presenta la distribución de los distintos niveles de inseguridad en la Comuna. Los tonos más oscuros corresponden a niveles de mayor sensación de inseguridad, en tanto los más claros evidencian mayor sensación de seguridad.

Respecto a la evaluación que los entrevistados por la Encuesta, en la Comuna 12 un 23,5% de los entrevistados sostiene que la policía cumple muy mal o bastante mal con la tarea de control del delito en el barrio, lo cual representa un porcentaje relativamente bajo. Por otra parte, el 35,3% sostiene que la policía hace muy bien o bastante bien las tareas de control de delito, mientras que un 37,2% es indiferente en este punto.
El siguiente mapa presenta la distribución espacial de la evaluación sobre la forma en que la policía controla el delito en el barrio. Los tonos más oscuros corresponden niveles altos de insatisfacción con el desempeño policial, en tanto los tonos más claros indican altos niveles de satisfacción.

En gran parte de la Comuna, los niveles de disconformidad con el accionar policial son elevados. Algunas de las áreas identificadas coinciden con aquéllas en las que se detectaron delitos domiciliarios así como alta sensación de inseguridad.
En relación al nivel de acuerdo con las diferentes medidas de seguridad, el combate a la pobreza y la desocupación, y la mejora en la educación, junto con terminar con la corrupción policial y hacer que las leyes se cumplan, reciben una adhesión casi unánime, seguidas por un incremento de la presencia policial y la aplicación de penas más severas.

Material relevado de www.buenosaires.gov.ar

El barrio y su relación con la inseguridad

Uno de los primeros ítems a analizar es la perspectiva que éstos tienen sobre el barrio, en el que desempeñan sus actividades, y en relación a su vida cotidiana, su visión de la ciudad, el país, el mundo. Los cuatro entrevistados caracterizaron al barrio como lugares donde la inseguridad se encuentra muy presente. María, Luis, Mario y José mencionaron particularmente el gran incremento de robos y la inseguridad en general en el último tiempo y afirman que claramente ya no era el mismo que años anteriores.
La verdad que desde ese entonces a ahora hubo un gran cambio. Antes era mucho mas tranquilo, había mas nenes jugando en la calle. Hoy a las 22 ya es un desierto.
MARÍA
Es un barrio muy inseguro por eso la gente ya no anda cuando está oscuro.
LUIS
Se que a la noche roban muchos autos por esta zona. En general los que están estacionados sobre Estomba, mas acercándote hacia Congreso donde esta mas oscuro. Ya varios se quejaron de que les había desaparecido el auto. Casi siempre de noche.
MARIO
Mario hace especial atención al aumento de la inseguridad en toda la Ciudad Porteña. Argumenta que el cambio no fue a nivel zonal, sino que abarcó toda la capital equiparándose al Conurbano Bonaerense, el cual ya desde hace tiempo se caracterizaba por ser de alta peligrosidad y de predominio de la delincuencia.
El barrio cambió como cambió toda Capital Federal. Uno antes hablaba siempre de que todos los problemas estaban en provincia, históricamente se lo planteaba así. Pero hoy la Capital esta a la altura de la provincia: se roban autos, violan, se entran a los comercios. Lamentablemente igualamos para abajo en lugar de para arriba.
MARIO
Aquí se evidencia una clara estigmatización positiva de La Capital, identificando un Nosotros, los porteños, con unos Otros constituido por los ciudadanos de Provincia.
También hay una identificación por barrios. Cuando Mario menciona “el que roba acá no es del lugar. El que es de acá va a robar a otras zonas, y de otras zonas vienen acá…” quiere hacer una distinción por zonas. Si bien hay una relación Nosotros/otros con la misma gente del barrio: el buen vecino/ el delincuente, diferencia los tipos de delincuentes por barrio: el de acá roba allá, el de allá roba acá. En este comentario se podría identificar el imaginario de un barrio más similar a un vecindario, donde hay relaciones más del tipo primario que en zonas más comerciales o céntricas.
Así mismo, Luis -quien se encuentra cercano a una zona de mayor tránsito-, hace referencia a la cantidad de accidentes que ocurren durante el día incluyendo este factor dentro de la categoría de inseguridad. Menciona en este aspecto la ineficiencia de la policía para prevenir este efecto.
La verdad que es un lugar bastante inseguro. Esta calle por ejemplo es muy transitada, hay muchos accidentes. Y además es muy insegura porque hay muchos asaltos. De noche hay mucho robo de autos todo el tiempo.
LUIS
Cuando se les preguntó a los distintos comerciantes la razón por la que creían que en esa zona se cometían delitos con cierta frecuencia, se encontraron dos tipos de respuesta. Por un lado, Luis respondió con mucho énfasis que la causa era la disposición geográfica del lugar:
Es una zona de fácil huida. Si acá robas algo salís al toque por donde vos quieras. Salís rápido […] Tenés varias vías de escapes por cualquier lado. Es por eso que hay tantos robos de auto, es más fácil por la ubicación.
Por otro lado, Mario reconoció que la zona era muy tranquila durante la noche y esa era la causa por la que había tantos robos de vehículos:
Acá después de las 9, 10 de la noche no hay gente dando vueltas. Es un barrio muy sereno. Y bueno, digamos que tienen esa libertad de poder estar tranquilos y romper un vidrio., entrar al coche, y llevárselo.
La iluminación y la desolación de las calles es también clave para los entrevistados. Todos reconocieron particularmente a algunos sectores del barrio como más peligrosos que otros. La estación de tren (estación de Coghland) posee “un penetrante estigma territorial” (Wacquant, 2001:179), existe “una tendencia distinta a conglomerarse y acumularse en áreas ‘irreductibles’ y a las que ‘no se puede ir’, que son claramente identificadas” (2001:178).
Yo no circulo mucho por ahí, pero según comentarios de noche es feito. Hay muchos robos.
MARÍA (en referencia a la estación del ferrocarril)
Se que a la noche roban muchos autos por esta zona. En general los que están estacionados sobre Estomba, mas acercándote hacia Congreso donde esta mas oscuro.
MARIO (haciendo referencia a las zonas oscuras)
La cosa es dos cuadras para adentro, dos cuadras para atrás, ahí sí que no pasa nadie. Por eso a cierta hora de la noche no hay un alma.
LUIS (menciona los lugares más peligrosos donde no pasa la policía)
La existencia de lugares por los que se puede circular y por los que no, se hace mas explicito con la demarcación del los “senderos seguros”. Mario parece confiar plenamente en la efectividad de este sistema. “El sendero lo que te da es la seguridad: si te marcan que tenés que ir por ésta y ésta calle para llegar al tren y bueno, vos haces ese recorrido y sabes que estas seguro. Hay que ir por ahí”. Cabe interrogarse qué sucede si uno se sale de este recorrido delimitado. Haciendo referencia a Madriz, se podría decir que Mario deja entrever la imagen de una “victima culpable” en caso de no respetar el sendero.
Por otra parte, Mario hace referencia en repetidas oportunidades a lo “anormal” o “sospechoso”. Tomando el término de sentido común de Garfinkel, podríamos decir que lo que Mario toma con normal es que por la noche la gente no circular por la calle.
O si yo veo alguna cosa anormal, si veo algún coche estacionado con gente por mucho tiempo y no se bajan en seguida, llamo al patrullero [….] Bueno una situación anormal es por ejemplo cuando ves a la noche un grupito de 2 o 3 chicos, digamos desalineados, lamentablemente hay muchos desalineados.
MARIO
Todos los entrevistados hacen mención de un grupo de jóvenes que se juntan en la zona. Si bien ninguno ha tenido problemas directos de ellos, son estigmatizados como posible fuente de problema. Por un lado, catalogados como “caldo de cultivo” (María), constituyen parte de los vecinos no buenos, puesto a que si bien viven en la zona, no contribuyen a la tranquilidad y se diferencian negativamente del resto de la gente: no trabajan, se quedan hasta tarde en la calle por lugares cercanos a la estación de tren (zona oscura y desolada y por ello insegura), toman, cantan y fuman.
Antes había una bandita que se juntaban acá en la esquina a fumar porro, y a hacer giladas, pero no hacían nada, nada mas se juntaban. Después se fueron para la placita de la estación, que esta a 2 cuadras de acá y es un boca de lobos”
LUIS
Acá al lado, dentro de un ratito ya se junta una barrita. Están ahí horas, sentados, fumando y tomando, no se que sale de todo eso. Todo ese tiempo improductivo para un chico es muy grave.
MARÍA
Una vez estaban fumando porro acá en la puerta y salí y les dije, que estaba todo bien pero que a mi el porro no me gustaba, que si querían fumarse un caño que se lo fumaran, pero que se fueran a otro lado. Y se fueron tranquilos. […] El barrio los conoce. Lo se porque por ahí viene algún vecino a tomar un café y me comenta: “sabes que hicieron esto, sabes que hicieron lo otro.
LUIS
Siempre hay un grupito que son del barrio que tienen muy mala pinta, fuman y todo pero no se meten con nadie. Gritan, cantan, pero nada más
MARIO

También dos de los entrevistados hacen mención de la “victima inocente” de Madriz cuando caracterizan y mencionan a la nena de Nuñez que fue violada y asesinada, otra victima de la inseguridad. A partir de ese suceso tomado como uno de los casos más graves, se generaron nuevas medidas de seguridad y los vecinos de los barrios cercanos se hicieron conscientes de la situación de la zona.
El caso de esta chica de Núñez que violaron cerca de acá. Fue importante y se movilizo mucho a la zona, pero después de un tiempo ya no había más seguridad.
LUIS
Esto se puso desde la famosa muerte de una chiquita que violaron ahí en Núñez, a partir de ahí se empezó a implementar. Porque hay muchos colegios por ahí.
MARIO (sobre los senderos seguros)
Así mismo, a pesar de no haber sido en todos los casos victimas de la inseguridad los vecinos se perciben a sí mismos como “posibles víctimas”:
De noche es bastante inseguro, si bien a mi no me paso nada he escuchado muchos comentarios de vecinos que han tenido problemas de robos. Gracias a dios y a la virgen acá no entraron nunca.
MARÍA
“lo importante no es tanto lo que es real, como dicen Berger y Luckman, sino lo que la gente sabe que es real –o de sentido común- en la vida cotidiana” (1967: 15) [Madriz, 2001: 109]. Por ello es de fundamental importancia la imagen de inseguridad que ellos mismos crean de su barrio.
Los entrevistados hacen real énfasis en el robo de autos como parte de la inseguridad. José también menciona los accidentes de transito como característica de la zona. A si mismo se hace referencia a los asaltos a los locales en particular, como el kiosco, la farmacia y el supermercado. María también incluye, con bastante seriedad, el tema del desempleo y de la falta de incentivos como generador de inseguridad en la población joven.
Acá al lado, dentro de un ratito ya se junta una barrita. Están ahí horas, sentados, fumando y tomando, no se que sale de todo eso. Todo ese tiempo improductivo para un chico es muy grave. […] Entonces pienso que eso es caldo de cultivo, a los chicos hay que tenerlos orientados, entretenidos, ubicados, tienen que ocupar su tiempo haciendo algo.
MARÍA
En lo que respecta a la percepción de los entrevistados con respecto a la “inseguridad” que se vive en su barrio en relación con otras zonas, se destacan tres tipos de respuestas.
Inseguridad hay en todos lados, comparado con otros lugares me parece que no es tan diferente. Me parece que este barrio todavía viene zafando, esta bastante tranquilo en comparación a otros lugares.
JOSÉ
Aquí no se considera el barrio como más inseguro, por el contrario, José piensa que hay muchos lugares peores.
Por su parte, Mario considera la zona como particularmente insegura:
Acá después de las 9, 10 de la noche no hay gente dando vueltas. Es un barrio muy sereno.

Todo esta muy peligroso, este barrio también, ya no se puede salir como antes.
LUIS
Luis y María consideran que la inseguridad constituye un patrón genera de todos los barrios.
Esta contradicción, que no es la única que aparece a lo largo de los discursos, parecen demostrar el carácter heterogéneo del sentido común, el cual es un conjunto “multiforme” (cfr.Gramsci, l949:95). Todos hablaron como solución inmediata, y en algunos casos como única, el incremento de efectivos policiales en las calles, “volver a esquema del policía de la cuadra” y “mas que nada para dar sensación de respeto”.


“Nosotros”, las víctimas

En los discursos relevados aparecen términos binarios que hacen alusión a un “nosotros/otros”, donde el “otro” es toda persona que “ronda el barrio y no es del lugar”, que provoca desconfianza y sensación de “inseguridad”.
Para hacer esta parte del análisis se empleará el concepto de “límite” que Barth utiliza para redefinir la noción de identidad en el contexto de grupos étnicos introduciendo una perspectiva relacional. Según Barth, la identidad no se conforma de modo esencialista, en tanto que una suma de rasgos, sino que se construye a partir de una relación nosotros/otros que varía y se redefine permanentemente (cfr. Barth, 1969). Los grupos sociales se definen como tales en la situación de contraste con otros grupos, es decir, no existe una diferencia previa con los “otros”: esas características culturales “diferentes” surgen en la interacción social.
La “identidad” es una construcción de los individuos y, como tal, se da en el seno de las relaciones sociales. Por lo tanto, la “identidad” no existe por sí misma, fuera del encuentro social. No es ahistórica ni universal. En las entrevistas realizadas puede observarse que los comerciantes de la zona relevada construyen un “nosotros” a través de las adjetivaciones que utilizan al expresarse concebido como un “buen vecino”, “indefenso”, “desprotegido”, “trabajador” y “decente”. María contó: “en general la gente que viene es del barrio y son todos muy respetuosos”. Por el contrario, el delincuente que roba no es del barrio, sino gente de afuera.
Retomando la teoría de Madriz y su concepto de victimas inocentes, la autora no se refiere a personas que hayan sido realmente victimas de un delito o que estén en peligro de serlo; sino a la percepción de los sujetos moldeada por la ideología de la delincuencia, de que determinadas personas tienen más posibilidades de ser victimas de la delincuencia. La idea típica de la víctima ideal es la persona inocente que es robada, asaltada, golpeada o muerta, pero a la que no se puede culpar de su desgracia.
Llevando esta concepción a nuestro caso particular, comprobamos que la imagen de víctima que se atribuyen a sí mismos nuestros entrevistados claramente es la de víctima inocente. Son trabajadores, están en el lugar que deben, donde se supone no debería sucederles nada, y sin embargo conviven con la amenaza y el miedo de ser robados o asaltados. Ahora bien, cabe destacar que de los cuatro entrevistados, sólo dos afirmaron haber sido asaltados una vez en años, mientras que el resto, se guía por lo que le cuentan los vecinos, los comerciantes de la zona y también se informan a través de los medios.
Me asaltaron una vez sola en 8 años. Fue un día de semana a la tarde, entraron dos chicos y sacaron un arma. Me pidieron la plata de la caja y se fueron. Fue bastante rápido.
JOSÉ
Me asaltaron como hace cuatro años. Me sacaron la plata del día”.
MARÍA
Por otro lado, los comerciantes que no habían sido asaltados nunca, se posicionaban como víctimas posibles:
De noche el barrio es bastante inseguro, si bien a mi no me pasó nada he escuchado muchos comentarios de vecinos que han tenido problemas de tobos. Gracias a Dios y a la virgen acá no entraron nunca, pero sé que robaron en el autoservicio de la esquina y en la farmacia varias veces.
MARÍA
A mí, toco madera, jamás me asaltaron. Pero sé de muchos locales que sí. Por ejemplo al diariero de acá a una cuadra lo afanan cada dos por tres.
LUIS
De lo hasta aquí analizado se destaca lo siguiente: en primer lugar, en todos los discursos se hace alusión a un fuerte binarismo, en el que la categoría “nosotros” está exclusivamente integrada por los comerciantes de la zona, quienes son los “normales”, “respetusos”, “con trabajos normales”. Por oposición, están los “otros”, que son delincuentes, sospechosos que no pertenecen al barrio y a quienes les recaen diferentes tipos de estigmas, (Goffman, 1963). Esto último será desarrollado en el siguiente apartado, en el que intentaremos aproximarnos al modo en que estos comerciantes construyen a ese “otro” diferente a ellos y, por lo tanto, temido.



Los “otros”, delincuentes. Estigmas

¿Cuál es el estereotipo de delincuente de los comerciantes de Coghlan? ¿Cómo construyen a ese “otro” que significa una amenaza para el barrio?
Claramente, una persona sospechosa para los vecinos es identificada en primer lugar por su aspecto. Todos nuestros entrevistados, hicieron alusión a la imagen de aquel que despierta temor e inseguridad y que sería un posible delincuente.
Cuando se le preguntó a José cómo identifica a alguien que podría ser un ladrón, respondió:
Y porque no tenían cara conocida y porque además uno ya más o menos se da cuenta por el aspecto. Ellos se mandaron al frente solos, uno tenía un tatuaje en el cuello, un tatuaje raro, te das cuenta que eran chorros o medios sospechosos”.
Por su parte, Luis coincidió: “Lo identifiqué por el aspecto, por la forma en que miraba. Te das cuenta cuando alguien puede llegar a robar algo”. Mario explicó cuándo se da cuenta que algo no está bien: “Bueno, una situación anormal es por ejemplo cuando ves a un grupito de 2 o 3 chicos, digamos desalineados, lamentablemente hay muchos desalineados…Hoy al gente joven viste de una forma muy informal, eso no implica que uno tenga que prejuzgarlos, pero digamos que el ladrón no anda con traje y corbata. O sea, algunos andas así, pero van a robar joyerías.”
No sólo el aspecto es fundamental para que ese “otro” se convierta en un ser temido por los comerciantes sino también su comportamiento, la actitud, la forma de mirar, de caminar, de moverse. El delincuente es “estudiado” por el “vecino común” mediante la lectura de índices (Ginzburg, 1980).
Como consecuencia de estas representaciones, se producen diversas estigmatizaciones con las que carga aquel “otro”, que no es del barrio, con determinados rasgos físicos, desalineado, con tatuajes. Se toma aquí el concepto de estigma de Goffman; quien utiliza este término para designar un atributo que arroja un descrédito profundo sobre aquel que lo lleva. “La sociedad establece los medios para categorizar a las personas y el complemento de atributos que se perciben como corrientes y naturales de cada una de esas categorías. El medio social establece las categorías de personas que en él se pueden encontrar”. “Mientras el extraño está presente ante nosotros puede demostrar ser dueño de un atributo que lo vuelve diferente de los demás y lo convierte en alguien menos apetecible. De ese modo dejamos de verlo como una persona total y corriente para reducirlo a un ser inficionado y menospreciado. Un atributo de esa naturaleza es un estigma, en especial cuando él reproduce en los demás, a modo de efecto, un descrédito amplio”. (Goffman, 1963:12).
Sólo María, difirió con el resto de los entrevistados, e incluyó dentro de las personas sospechosas a aquellos que “son los más entradores o los más empilchados”. El aspecto aquí varía y ya no es el “desalineado” el que puede llegar a cometer un delito.
A su vez, en su discurso intentó mostrar algún tipo de prejuicio manteniendo una “fachada” en todo momento (Goffman, 1959). Fue la única que respondió justificando de algún modo por qué alguien tiene la necesidad de salir a robar. “La gente que sale a robar es porque no tiene aprecio por sus vidas, entonces tampoco sienten aprecio por las de los otros. Un tipo que no tiene trabajo que no tiene posibilidad de progresar, que se siente humillado, piensa que eso es normal, entonces hace lo mismo con el prójimo.” Si embargo, esta fachada se vio afectada por momentos, por su sentido común cargado también de prejuicios. Incluyó a “un tipo que no tiene cultura” dentro del potencial delincuente.
También se observa la asociación del delincuente con la droga y el alcohol. Aquel que consume o toma es ya un delincuente o lo será en el futuro:
Acá al lado, dentro de un ratito ya se junta una barrita. Están ahí horas, sentados, fumando y tomando, no se que sale de todo eso.
MARÍA
En este barrio hay mucha droga, te das cuenta por el olor, por las actitudes. Entones es preferible que venga el patrullero que les pida documento, que no pase nada y que los deje ir en seguida ante la duda. […] Ante la duda hay que tener cuidado: vos los ves media hora, una hora hablando de noche, generalmente con un porro de por medio, pueden estar preparando algo, porque digamos que con el porro de potencian y toman coraje.
MARIO
El delincuente es portador de ciertos atributos que se presentan como indiscutibles, totalmente naturalizados, en tanto forman parte del “sentido común” de los entrevistados. Es así como el ladrón se presenta como algo a lo que habría que aislar en pos de la propia seguridad.
Existen distintas opiniones acerca del porqué, de los motivos que llevan a estos sujetos a la delincuencia. De todos modos sería interesante preguntarse si esos delincuentes no son al mismo tiempo víctimas. Pueden ser considerados, según la clasificación de Madriz, víctimas culpables, por juntarse con quienes no deberían, por no preocuparse ni ocuparse por progresar, estudiar, trabajar. Por drogarse o tomar alcohol. Sin embargo, tal vez puedan ser consideras víctimas inocentes de un sistema que no les da un lugar, no les da oportunidades; pero es un tema que por el momento tendremos que dejar de lado ya que sobrepasa los límites de nuestro análisis.


Los vecinos, la Policía y el Gobierno

Estas tres categorías (vecinos/policía/gobierno) se atraviesan en varias oportunidades en los cuatro discursos relevados. Las reflexiones acerca de la intervención / no intervención de la policía y de la pertinencia del Estado en cuanto a la delincuencia muestran una clara visión del Gobierno como partícipe necesario en la solución de la cuestión de la seguridad-inseguridad urbana. No obstante ello, existe un plan denominado VECINOS ALERTA que está gestionado de manera autónoma por los propios vecinos.
El PLAN ALERTA es una adaptación del esquema Neighbourhood Watch inglés iniciada en el barrio de Saavedra (corresponde también al CGP12) que se ha difundido a distintos barrios de la Capital Federal, Conurbano Bonaerense, algunas de las provincias del interior y en la vecina República Oriental del Uruguay; también ha sido incluido dentro del Plan Nacional de Prevención del Delito. En la página del gobierno de la ciudad hay información acerca de la Red Vecinal Solidaria,
El Plan de Prevención del Delito ha propuesto generar estas REDES que ya suman más de 200 en toda la ciudad, para permitir a los vecinos la posibilidad de afianzar las relaciones de compromiso recíproco entre ellos, el Gobierno de la Ciudad, la Policía Federal y el Gobierno Nacional.
www.buenosaires.gov.ar
Sin embargo, ningún vecino pareciera conocerla. El PLAN ALERTA es entendido como autogestionado por los vecinos y sólo por ellos.
Los comerciantes entrevistados si bien conocen este programa, no todos tienen expectativas positivas respecto a su utilidad:
Sí, sí [tenemos un plan de prevención del delito], el de VECINOS ALERTA. Incluso yo tengo el cartel en el vidrio. Formo parte del programa. […] Tenemos los teléfonos entre los vecinos para comunicarnos y también tenemos el teléfono de la policía para avisar si vemos alguna cara rara por el barrio. Nos avisamos entre nosotros para estar al tanto. […] La verdad que nunca tuve la posibilidad de ponerlo a prueba. Es más, el día que me asaltaron a mí, los dos chicos estuvieron dando vueltas por la cuadra y los vio la de acá en frente, la peluquera, los de la esquina y ninguno me avisó. Así que digamos que funciona bárbaro (Se ríe).
JOSÉ
No, la verdad que no [tenemos un plan de seguridad entre los vecinos]. Por donde vivo si. Tratamos de organizarnos para sacar la basura al mismo horario y ese tipo de cosas. Pero acá no hay nada establecido, sí están los carteles pero no, no pasa nada. […] Yo tengo el teléfono de todos, ellos tienen mi teléfono. Pero no hay nada muy organizado. Solo en pocas ocasiones nos llamamos. Y en todo caso avisamos a la policía.
MARÍA
Por otro lado, por tratarse de comerciantes, se piensa que la seguridad privada es la solución antes que el plan de alerta de los vecinos:
Sé que hay un alerta entre vecinos, vi un par de carteles y hablando con los vecinos, que a veces vienen acá para consumir algo, me cuentan que en general cuando ven algo extraño, alguna cara rara, se llaman por teléfono entre ellos para estar alerta y de ahí se conectan con la policía. Pero nosotros en el negocio no estamos conectados con ellos. Nosotros o cualquier negocio que quiera tener seguridad tiene que pagar un policía privado para que se pare en la puerta.
LUIS
Con respecto al programa de SENDEROS SEGUROS, creado por el gobierno de la Ciudad a fin de mantener un ambiente de seguridad y convivencia alrededor de las escuelas, sólo uno de los entrevistados lo conocía:
Acá en el barrio hay dos cosas que funcionan bien: el plan de alerta vecinal y el sendero. Hay muchos senderos en la zona. Esto se puso desde la famosa muerte de una chiquita que violaron ahí en Núñez, a partir de ahí se empezó a implementar. Porque hay muchos colegios por ahí, mis hijos justamente van a un colegio allá.
MARIO
En la mayoría de los casos, el Gobierno, junto con la Policía, es representado negativamente, al no ofrecer ninguna “solución” frente al par seguridad-inseguridad:
La comisaría mas próxima está a cinco cuadras: Machain y Congreso. Pero la verdad que no hace diferencia. Los policías nunca están cuando tienen que estar. […] Da la casualidad que siempre que pasa algo justo no están. Hace poco hubo un caso de unos chorros que se metieron en lo de un vecino de por acá. Salió en los diarios y todo. Se metieron adentro de la casa, le robaron todo. Y no pasó nada. Los policías van, vienen, están parados 10 días y después desaparecen.*
LUIS
*[ver anexo Clarín,13/09/2007: Entran a robar en su casa de Coghlan y simulan fusilarlo]
Asimismo, atribuyen al Estado la responsabilidad de que los “pobres” no dispongan de un empleo “como la gente”, como es el caso de los cartoneros o la gente que sale a pedir limosna, en todos los casos manifiestan su deseo de que el nuevo gobierno haga algo como para que esa gente ya no tenga tanto la necesidad de cartonear como de “salir a pedir”. No se piensa que para contrarrestar la violencia urbana simplemente haya que reprimirla, la acción debe centrarse en la prevención de las causas que la originan y, para ello, la educación es entendida como fundamental para lograrlo.
[…] yo pienso que el tema de la inseguridad es un tema de base, hay mucho para hacer. No solamente reprimiendo, porque que esté el policía no asegura nada. La gente que sale a robar es porque no tiene aprecio por sus vidas, entonces tampoco sienten aprecio por las de los otros. Un tipo que no tiene trabajo que no tiene posibilidad de progresar, que se siente humillado, piensa que eso es normal, entonces hace lo mismo con el prójimo. No valora la vida del otro porque no valora la suya, porque no se la hacen valorar. Un tipo que no tiene cultura, que no sabe que va a hacer el día de mañana.
MARÍA
Con respecto a la Policía, encontramos imágenes discursivas muy similares en todos los casos: los entrevistados han afirmado que “andan poco por acá”, aunque la solución para combatir el mal de la inseguridad y la delincuencia sería una mayor presencia policial, volver al policía de la esquina, que pasen más patrulleros por la zona, sobre todo por las calles más oscuras, no sólo por la avenida.
[Debería haber más presencia policial] más que nada para dar sensación de respeto. Como que hay alguien que nos está cuidando. Nunca se ve nada.
MARÍA
Es decir, el Estado Nacional, junto con sus instituciones y respectivos gobiernos, son apreciados como ineficaces, ausentes y responsables de la “angustiosa realidad del país” (Garland, 2001: 327). Vemos así que “[...] la inseguridad pone en tela de juicio a la sociedad política”. (Contursi-Arzeno, 2006: 3)


Influencia de los Medios de Comunicación

Según Gramsci, el sentido común se construye desde las prácticas y discursos sociales ejercidas por la clase dominante. Las clases subalternas, por su parte, lo resignifican en el proceso hegemónico, que incluye ciertas resistencias y negociaciones. En tanto integrantes de la “sociedad civil”, los medios masivos de comunicación reproducen el discurso hegemónico y éste pasa a formar parte del sentido común de los ciudadanos, aunque, esto implique ciertas reelaboraciones por parte de las clases populares. En la actualidad, América Latina se encuentra en un estado de crisis permanente (Ford, 1994) y, en base a este contexto histórico, no existe ideología homogénea por parte de los vecinos entrevistados, no obstante sí encontramos consenso respecto a la opinión generada alrededor de los medios de comunicación, que son manipulados según intereses de clase o sector:
Las manipulan de acuerdo a la orientación de cada medio. Una misma noticia te la dicen de distinta manera. Por ejemplo, el canal de la ciudad que quiere cerrar Macri, bueno la misma noticia la escuché en tres lugares distintos: los que estaban a favor, los que estaban en contra, y los que la dijeron y la dejaron pasar. Entonces vos te das cuenta que de acuerdo a los intereses de cada uno es como te tiran las cosas. Por eso es importante escuchar todo y sacar tus propias conclusiones.
MARÍA
No para nada [confío en los medios], porque todos tienen sus intereses particulares, ni idea, hay que ver, lo importante es estar informado y sacar tus propias conclusiones.
LUIS
Es notable cómo la creciente “ola de inseguridad” que se fue instalando en el discurso de los medios de comunicación a través de la agenda periodística (Martini-Gobbi, 1998), opera en el imaginario de estos vecinos. Todos ellos manifestaron su interés por mantenerse informados, los cuatro coincidieron en que leen diario Clarín y además se informan a través de los noticieros televisivos y radiales.
El tema de la inseguridad fue ampliamente considerado por los medios durante el período de las campañas presidenciales. [Ver anexos Clarín, 27/10/2007: Inseguridad: de eso no se habla / La Prensa, 24/10/2007: La Inseguridad, en el centro de la campaña].
En todos los medios, los candidatos a la presidencia salieron a hablar de los temas de agenda del país y la inseguridad apareció a la cabeza de todos los discursos. Hemos visitado el sitio oficial de la presidenta electa Cristina de Kirtchner y se encontró el término optimista SEGURIDAD en más de un discurso difundido en distintos medios gráficos y televisivos:
El voto de confianza lo vamos a devolver con más trabajo, más agua potable, más seguridad, una Argentina llena de oportunidades.
Discurso pronunciado el 25/10/2007**
[…] se ha hecho mucho en seguridad, justicia, educación y salud, pero falta todavía. [Este gobierno] lo reconoce porque tiene coraje y convicción y porque dio testimonio de que la política es la que cambia la vida de la gente.
Discurso pronunciado el 09/10/2007**
**[Extraídos de www.cristina.com.ar]

Una editorial publicada por el diario LA NACIÓN el día después de realizadas las elecciones presidenciales, sostuvo que: Arrancarle a la gente la sensación de inseguridad es uno de los desafíos mayúsculos que le esperan al nuevo gobierno, aunque la responsabilidad final es la instrumentación de medidas para garantizarle seguridad a la población continúe en manos de las administraciones provinciales. El traspaso de la policía ala ciudad de Buenos Aires ocupa, en este contexto, un lugar central. (La Nación, 29/10/2007: Seguridad e inflación, los grandes desafíos)
En el programa Desde el llano, emitido por el canal de cable Todo Noticias (TN), la presidenta electa sostuvo que la inseguridad se combate con un modelo económico que dé empleo y anticipó que su primera medida será “el combate a la pobreza”. (La Nación, 30/10/2007: “Me gustaría un país como Alemania”).
Por su parte, el gobernador electo, Daniel Scioli, se apresuró a dar declaraciones acerca de los temas a resolver:
[la inseguridad] es un tema muy complejo que no se va a solucionar de un día para el otro. Hay que atacar un conjunto de cosas: la droga, el alcoholismo, los piratas del asfalto, los desarmaderos, la desconfianza de la ciudadanía. […] Este es un tema que no se soluciona sólo con la policía o sin la policía ni contra la policía. Es un tema que toca transversalmente a todas las áreas del gobierno. La infraestructura hace a la inseguridad: si se mejoran los espacios públicos habrá menos inseguridad, lo mismo que con la educación, la salud, el trabajo…
La Nación, 30/10/2007: Scioli dijo que trabajará junto con Macri

Con lo expuesto queda demostrado que el par seguridad-inseguridad se mantuvo en la agenda de los medios en tiempos de campañas electorales y luego de ellas hasta el punto tal de comparar a los desaparecidos con las víctimas de la inseguridad [ver anexo La Nación, 30/10/2007: Así nos va]. Corresponde, aquí, comparar tales representaciones con aquellas construidas en los medios que más consumen –todos los entrevistados informaron leer diario Clarín-. Estas imágenes se repitieron en los discursos de los informantes, los que afirmaron haber tenido en cuenta el discurso acerca de la inseguridad a la hora de emitir su voto.


CONCLUSIÓN

Si bien el término “conclusión” nos invita a proponer un cierre con respecto a la temática abordada, tal actitud está lejos de la intención del presente trabajo de análisis. Por el contrario, se pretende aquí que el presente trabajo piloto sea el comienzo de futuras investigaciones.
Asimismo, se entiende que el análisis realizado podía haber sido diferente, en tanto se podría haber tomado como referencia otros textos. Incluso, también cabe la posibilidad de que, aún bajo el mismo marco teórico, otro interesado construya observaciones divergentes.
A lo largo de este informe se ha intentado dar cuenta no sólo de los discursos relevados (los cuales deben ser interpretados dentro de su contexto, dado que la comunicación no puede ser aislada de la cultura en la que tiene origen, tal como afirma Aníbal Ford), sino que, además, se ha decidido hacer alusión a los gestos y ademanes expresados por los informantes (puesto que la comunicación no sólo es verbal).
Quienes han sido los “sujetos de conocimiento” han manifestado una profunda “sensación de inseguridad”. En ese sentido, coinciden con la visión expuesta por los medios de comunicación masiva, en tanto dicha problemática se ha instalado tanto en la agenda pública como en la de la prensa.
Desde ópticas dispares, el barrio ha sido representado como “inseguro”, particularmente, la zona de la Estación.
En lo que respecta a las identidades, destaca un profundo dualismo entre un “nosotros/otros”, en el que se incluye en el primer término sólo a los vecinos de Coghlan” (quienes, además del lugar de residencia comparten ciertos atributos que los convierten en “normales”). En tanto, los “otros” son los portadores de los estigmas: “vienen de otros lugares”, “traen aquí sus problemas”, “invaden el espacio público” (aunque éste sólo sería “público” para el “buen vecino de Coghlan”). En este barrio particularmente no se percibe al cartonero como amenaza del espacio público, aunque la preferencia es que no estuvieran ocupando la calle con sus grandes carros y que el Gobierno debiera ocuparse de que encuentren un verdadero empleo.
Asimismo, el Estado y sus instituciones son vistos como responsables de la “inseguridad del barrio y del país”. Aunque no pareciera asombrarles que los vecinos sean los que deben tomar la rienda de la seguridad, aunque no consista en más que atrincherarse y espiar para ver qué pasa afuera, por si acaso hubiera un sospechoso.
Por otra parte, se han presentado gran cantidad de contradicciones en casi todos los discursos (tal vez porque intentaron construir “fachadas” que no lograron sostener permanentemente). Es así como el sentido común de los vecinos entrevistados se manifestó multiforme y heterogéneo, incluso en su vinculación con los medios masivos de comunicación.
Por último, se desea proponer, a modo de posible nueva investigación, la profundización no sólo del presente trabajo, sino, también, de la obra de Sanjurjjo y Tufró, de modo tal que sea posible comparar de una forma más completa los discursos y prácticas de los vecinos de Coghlan con las imágenes construidas en la prensa gráfica.


BIBLIOGRAFÍA

· Barth, Fredrik (1969): “Introducción”. En Los grupos étnicos y sus fronteras. Mexico, Fondo de Cultura Económica, 1976.
· Contursi, María Eugenia y Arzeno, Federico (2004) “La construcción de la inseguridad en el discurso de nuevos ‘agentes de seguridad’. El Plan ALERTA de los vecinos solidarios del barrio de Saavedra”. En Actas de las VIII Jornadas Nacionales de investigadores en Comunicació. La Plata, UNLP.
· Cuche, Denis (1996) “Cultura e identidad”, en La noción de cultura en las ciencias sociales. Buenos Aires, Nueva Visión, 1999.
· Ford, Aníbal (1994) “Los medios. Tráfico y accidentes”. En Navegaciones. Comunicación, cultura , crisis. Buenos Aires., Amorrotu
· Garland, David (2001) “Control del delito y orden social” En La cultura del control. Crimen y orden social en la sociedad contemporánea. Barcelona, Gedisa, 2005.
· Geertz, Clifford (1973) “Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura”. En La interpretación de las culturas. Barcelona, Gedisa, 1987.
· Ginzburg, Carlo (1980) “Morelli, Freud y Sherlock Holmes: indicio y método científico. En ECO. U. Y SEBEOK.Barcelona, Lumen, 1989.
· Goffman, Erving (1959) “Actuaciones”. En La presentación de la persona en la vida cotidiana. Bs. As. Amoturru.
· Goffman, Erving (1963) “Estigma e identidad social”. En Estigma. La identidad deteriorada. Bs. As. Amoturru.
· Gramsci, Antonio (1949) “Introducción”. En La política y el Estado moderno. Barcelona, Planeta- De Agostini, 1993.
· Madriz, Esther (2001): “Víctimas inocentes y culpables”. En A las niñas buenas no les pasa nada malo. Mexico, Siglo XXI, 2001
· Martini, Stella y Gobbi, Jorge (1998) “Agendas públicas y agendas periodísticas”.En Cuaderno de lecturas 21 Buenos Aires, Facultad de Ciencias Sociales, UBA.
· Sanjurjo, Luis y Tufró, Manuel (2004) “Ampliación del campo de batalla. La construcción discursiva de la subjetividad ‘cartoneros’ en la disputa por el espacio público”. En Actas de las III Jornadas Nacionales espacio, memoria, identidad. U. Nacional de Rosario, 2004.
· Wolf, Mauro (1998) “Harold Garfinkel o la evidencia no se cuestiona” En Sociologías de la vida cotidiana.Madrid.
Páginas web:
· www.buenosaires.gov.ar
· www.clarin.com
· www.cristina.com.ar
· www.lanacion.com.ar
· www.laprensa.com.ar

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